sábado, 30 de junio de 2012

¿QUÉ ES LA DISCIPLINA?


En nuestro entorno social se repite muchas veces: “Nadie le enseña a uno cómo ser padre”. Muchas personas al convertirse en padres experimentan la verdad de esta frase. En realidad, la hermosa tarea de asumir la responsabilidad del cuidado y desarrollo de un niño, se vive de forma práctica en el momento en el que uno se convierte en padre o madre de un bebé. De pronto, uno empieza a darse cuenta que su vida toma un giro repentino, pero natural hacia la atención de aquel nuevo ser humano.  Las expectativas crecen en torno a él y, en la medida en que pasa el tiempo, vamos adoptando maneras a través de las cuales debemos formarlo para su desarrollo óptimo.

Es justo en ese momento, cuando ese pequeño ser va creciendo, que los padres se enfrentan a una de sus más grandes incógnitas ¿Cómo debo de formar a mi hijo(a)? Muchas personas emplean el término disciplina para describir la serie de normas y reglas existentes dentro del hogar que rigen el comportamiento de cada uno de sus miembros, sobretodo el del nuevo miembro de la familia. Sin embargo, esta práctica no es tan sencilla como se describe, existen diversos componentes integrados en ella que la hacen compleja y, muchas veces, difícil de asumir sin predisposiciones basadas en nuestras propias experiencias de disciplina del hogar del que provenimos.


Sabemos que dentro de cualquier grupo humano, para mantener el orden y el respeto entre los miembros, deben existir reglas de convivencia para que ésta sea positiva. En el caso de la constitución de una familia, ésta no es una excepción, es muy importante que dentro de ella se aprenda acerca de cómo convivir con otros, cómo relacionarse, cuáles son los derechos y responsabilidades de cada uno, etc. Sobre todo, considerando que el primer entorno de socialización del niño es su familia y sus referentes de autoridad y ejemplo son los padres.


Por lo tanto, la disciplina, frente a su importancia mencionada anteriormente, es un tema sumamente esencial para todos aquellos que tienen una relación cercana con los niños. La disciplina es un proceso considerado como base del desarrollo y de la educación, el cual debe iniciarse desde edades tempranas, debido a que permitirá al niño establecer fuertes cimientos, los cuales le favorecerán un crecimiento mucho más estable.

En consecuencia, se debe reconocer que el asumir la disciplina y ponerla en práctica no es algo mágico ni simple. Por el contrario, es un proceso que, en muchas ocasiones, puede ser muy difícil, debido a que todos somos distintos unos de otros y porque tenemos intereses, pensamientos e ideas propias que dan lugar a lo que somos. Por tanto, no existen fórmulas ni recetas exactas para lograr obtener lo que se desea con los hijos.

Debido a que la disciplina es sinónimo de enseñanza y preparación, para iniciar el aprendizaje de este proceso es necesario mencionar las herramientas que todo padre de familia o adulto responsable de la educación del niño debe tener y considerar.

·   Tiempo

·   Interés

·   Deseo de disfrutar en el desafío de educar a los niños.

Con esto nos damos cuenta que lo más importante es que los padres de familia se comprometan a realizar esta labor, debido a que si no existe la completa disposición, será mucho más difícil que puedan afrontar las diversas dificultades que se les presenten durante el proceso. Si bien en ocasiones es complicado y pueden cometer muchos errores, no por ello deben desistir; al contrario, deben aprender de aquellas fallas para no repetirlas y seguir adelante. 







Bibliografía:

ÁLVAREZ, Angélica
2004                         Cómo poner límites a tus niños sin dañarlos
                                 México D.F: Editorial Pax México


GERVILLA, Ángeles
2008                         Familia y educación familiar
                                 Ed. Narcea, España


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